Fiestas

 

 

Hogueras de San Antón

El día 16 de enero anocheciendo, se encienden las "luminarias" , que son hogueras a base de trastos viejos, aliagas y leña. Era costumbre comer tostones, trigo , guijas, cañamones y garbanzos tostados. Actualmente se asan en las ascuas forros de cabeza, chorizos, etc. todo ello regado con tinto de la tierra. Se cantan alrededor de la lumbre cosas como: "Que haces hay mozo viejo, que no te casas, que te estas arrugando como las pasas". Es tradición saltar la luminaria (conviene asegurarse que otro vecino no lo haga en sentido contrario).

Los mozos cantan el Carrascal.

El 17 de enero. día de San Antón se llevaban los animales a bendecir a la iglesia, los pares de mulas, los caballos, los burros, alguna oveja o cabra, algún perro, siendo adornados lo mejor que se podía.

Después de la misa y procesión se repartían unos rollos pequeños de anises que los comían las personas y animales. Después se celebraban carreras de mulos y caballos. Se hacían concursos de lanzamiento de reja de arado y de boleo por los caminos del pueblo.

 

San Antón y sus luminarias              San Antón  en Montalbo  

 

El gorrino de San Anton

Según la tradición, desde la Edad Media un cerdo vivía en la localidad alimentado por el pueblo para demostrar la fe cristiana de los residentes ante la Inquisición. Este era un gorrino que se soltaba por el pueblo de pequeño, y recorría todas las calles y eras en busca de comida sin que nadie le hiciese daño. Era mirado con simpatía por la gente, pues los únicos que le hacían de rabiar un poco eran los chicos. No tenía que trabajar mucho para ganarse la comida, pues se ponía a caminar por las calles del pueblo y cualquier vecino enseguida le sacaban a la calle el sustento, que en su mayoría era un puñado de granos de cebada, titos, etc., que hasta había quien le amasaba harina de cebada molida y salvado. De esta forma estaba alimentado en demasía. Para pasar las noches, se buscaba el sitio por las era y hasta alguna persona le daba sitio en el corral de su casa o cuadra, y le preparaba buena cama de paja. Los días previos a la celebreación de San Antón, los monaguillos recorrían el pueblo de casa en casa vendiendo rifas y para San Antón se sorteaba. El dinero era para el Santo o para la Iglesia. Por el mes de mayo cuando venían a vender gorrinillos el agraciado era el encargado de comprar otro dejándolo en libertad por las calles del pueblo.

 

 

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© Copyright Gonzalo Mantecón Sáez - 17/02/02