Recuerdos de la escuela

 

Recuerdo... que, algunos días, llevaba a la escuela en mi cartera un vaso con un poco de Cola Cao y azúcar, y que de un enorme barreño de zinc nos daban leche, preparada con leche en polvo y agua. Por lo visto era un plan que preparó el gobierno para mejorar la alimentación de los niños debido a la carencia de leche que había en algunas familias.

La escuela de párvulos ocupaba una de las casas preparadas para los maestros. Recuerdo que tenía Dña. María Rosa un juego de construcción con piezas de madera de colores con las que me gustaba hacer construcciones. Cuando teníamos que ir al aseo, le decíamos "Señorita puedo ir a hacer el uno" o el dos si era sólido.

Había un maestro que se llamaba D. Agustín, que ayudaba a dar clases a su mujer Doña Pilar, y decían que no cobraba porque fue "republicano".

Esta es la famosa Enciclopedia Alvarez, de la que he extraído algunos textos e imágenes, que ha buen seguro a más de uno le traerán recuerdos de su paso por la escuela.

A veces en los recreos subía a las escuelas el cura, D. Anastasio, y todos los críos corríamos a recibirle besándole un anillo que llevaba.

Una vez al año nos decían que fuésemos bien vestidos y peinados porque venía la inspectora, la Ilustrísima Doña María Luisa Vallejo. Pasaba clase por clase para ver el nivel del alumnado y decía: "A ver, ¿quién descubrió América?", y todos nos rascábamos la cabeza hasta que alguien se lanzaba a responder con voz entrecortada -"Colón, no?".

En la escuela había retretes con taza (un lujo ya que en nuestras casas solo había corral), pero no había agua corriente, por lo que siempre olía muy mal.

Cuando salíamos al recreo lo primero que hacíamos era ir al lado del pozo y los chicos nos poníamos en línea para ver quien meaba mas largo (el mas "machote").

 

Cuando mi padre me llevaba a la escuela el primer día, le decía al maestro !usted si le tiene que dar, dele!. Por lo que no era de estrañar que siempre me llevase algún palmetazo, capón o similar.

Por la tarde, al acabar la escuela, algunos días acudíamos a "las permanencias", una especie de clases particulares que daba Doña Luisa en su casa.

Cuando llegaba el buen tiempo, por el mes de mayo (mes de las flores) nos llevaban por la tarde al patio de la ermita y allí estudiábamos y luego la maestra nos preguntaba la lección: "las flores se componen de pétalos, estambres, y, y, y ya no me acuerdo", y ella decía: !anda, anda lilailas, a estudiar que no te sabes la lección!

  

!Que mal se me daba el catecismo! ?Quién es Dios? Dios es nuestro padre, que está en los cielos, creador y redentor .. !de rodillas !

En una ocasión, un jóven maestro, escribió la letra "a" en la pizarra y pregunto lo que era, uno a uno, fila por fila, hasta que llegó a mí y dije "fonema", y sentí unas palmadas de alegría en la espalda, de Juan Manuel Millán ya que nos habíamos librado de un gran palmetazo en la mano, que luego disfrutamos viendo como se lo daban a los otros a través de las ventanas de la escuela cuando salimos al recreo.

Luis "goron goron", decía que si te frotabas la mano con ajo, no dolían los palmetazos, y a él por lo visto le funcionaba el método.

Recuerdo... que mis hermanas, mayores que yo, hacían gimnasia con unos pantalones azules "pololos", pues eran de la Sección Femenina y formaban en el patio de la escuela a estilo militar.

Recuerdo ... que había un maestro que se llamaba Don Crescencio, que era un gran inventor y le echaba vino al radiador del coche. Un día hizo un gran avión de madera y papel.

Pero a pesar de todo, que partidos de fútbol jugábamos en las era de la Merceditas.

 

 

 

 Grupo de alumnos en el patio de las escuelas       Material escolar

 

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© Copyright Gonzalo Mantecón Sáez - 30/04/01