Coronel D. José Ruiz de Albornoz |
"Historia y cosas de Villar de Cañas" - Ramón Pardo Ruiz D. José Ruiz de Albornoz, nació en Villar de Cañas en el año 1780. Según Torres Mena, pag. 824, el 14 de noviembre de 1796 figuraba D. José Ruiz de Albornoz como Subteniente del Provincial de Cuenca, del cual pasó luego a línea, reconociéndosele cuarenta y dos años de servicios, hasta su fallecimiento en Requena el 25 de noviembre de 1836, a los cincuenta y seis años de edad, como en servicio de guerra. En su hoja militar figuran las batallas de Bailén, Uclés, Almonacid, Ocaña y la de Cazalla el 21 de julio de 1812 en la que fue hecho prisionero y conducido a Francia, donde permaneció hasta concertada la paz.
Autor: Feliciano Antonio Yeves Descalzo
Las guerras carlistas enfrentaron en su primera fase (1833-39) a los isabelinos (partidarios del ascenso al poder de Isabel II, hija de Fernando VII) y a los carlistas (partidarios del infante D. Carlos, hermano de Fernando VII). El autor repasa los principales hechos que tuvieron lugar en la comarca, centrándose especialmente en Venta del Moro y sus aldeas, partidarios de Isabel II.
Al anochecer de aquel mismo día, el jefecillo carlista Domingo Forcadell envió al coronel Albornoz un comunicado exigiendo la inmediata rendición de la plaza..., pero enterados los carlistas de Cabrera de que se aproximaban nutridas huestes de milicias urbanas desde Turís, Buñol, Chiva, Cofrentes, Jalance y Utiel, organizaron su retirada. El día 13 de septiembre marcharon hacia Requena, donde ya se les esperaba, sin distinción de edad, sexo o clases, impávidos todos sus habitantes ante el torrente de boinas rojas que cubría el camino, mientras las campanas de la torre del Salvador ("las campanas salvadoras") alarmaban la campiña. A las dos de la tarde, los batallones carlistas acampados en lo que hoy es lugar de la plaza de toros y cercanías, se desparramaron por los arrabales, cortando las aguas, arrasando casas aisladas y tanteando las líneas defensivas, siendo rechazados desde el cerrito de Isabel II, en Las Peñas, y desde San Francisco en la Loma, que era un fortín defendido por el abogado Cañete con su compañía de voluntarios. El general carlista se decidió al fin, atacando por la puerta de Alcalá, Cantarranas y el camino de Valencia, empleando ya su artillería; pero el teniente don Enrique Zanón, desde la cuesta del Cristo, defendida por los nacionales de Utiel y algunos de Venta del Moro, logró desmontar con su cañón una pieza enemiga. Mientras los jinetes de Fernández Albarruiz iban de un lado a otro transmitiendo las observaciones que desde la torre del Salvador hacían varios sacerdotes, mientras las mujeres "servían aguardiente a los hombres y arrastraban la escasa artillería desde unos lugares a otros" estratégicamente. Viendo Gómez la decisión de los defensores, recurrió a un pobre hombre llamado Juan Pardo (Manzana) para que entregase al coronel Ruiz de Albornoz un comunicado conminándole a la rendición, a lo que Albornoz contestó verbalmente "manifestando la resolución de enterrarse bajo las ruinas de la Patria antes que rendirse". Fracasadas estas gestiones, los carlistas movilizaron nuevos grupos de combatientes, pero, convencidos de la esterilidad de sus propósitos, tomaron el camino de Utiel cuando ya anochecía, entre el alborozo indescriptible de los requenenses que "ganaron para su pueblo el título de Ciudad" y "la gallarda actitud del vecindario absorbió la atención de los periódicos de la época, y Madrid, la capital de España, honró este suceso dedicando una calle a Requena" que todavía ostenta su nombre, frente por frente al Palacio Real.
Más información en: Apellido Ruiz de Albornoz en Villar de Cañas
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© Copyright Gonzalo Mantecón Sáez -23/02/03