El conejo |
Con rabo y a lo loco...
Aunque en los últimos años las enfermedades que ha sufrido han reducido considerablemente su población y los planes cinegéticos tampoco le estén ayudando por el momento, el conejo puede jactarse de haber superado todo tipo de adversidades. |
FICHA TECNICA DESCRIPCION: El aspecto externo del conejo silvestre se asemeja mucho al de la liebre, aunque es notablemente más pequeño: su peso pocas veces supera los dos kilogramos, manteniéndose normalmente entre un kilo y kilo y medio. Este mamífero de mediano tamaño presenta un pelaje de color pardo grisáceo, con matices o reflejos castaño-amarillentos; la nuca es de color canela y la parte inferior del cuerpo, el vientre, el cuello y la parte interior de las patas son blanquecinos. Presenta orejas largas y una cola corta; las patas traseras, que son las destinadas para la carrera, son más fuertes y largas que las delanteras |
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Aunque no esté dogmatizada, existe la certeza de que en Europa se diferencian dos subespecies entre los conejos: la primera sería el conejo ibérico (oryctolagus buxley), muy parecido al conejo americano (oryctolagus sylvilago), pequeño de tamaño y que ocuparía la Península Ibérica y el Norte de Africa; y la segunda sería el conejo europeo (oryctolagus cuniculus), de mayor tamaño y corpulencia que la ibérica y esparcida por toda Europa (excepto la Península Ibérica) y otros países lejanos como Australia o Nueva Zelanda. | |
BIOLOGIA REPRODUCTIVA: La época de celo se inicia en febrero o marzo para los polígamos conejos, que se aparean con varias hembras a la vez; tras 28-33 días de gestación las hembras paren de 3 a 9 conejillos o gazapos, a los que sólo amamantan un mes, ya que una hembra puede tener hasta 6 camadas en un año y entre 10/16 crías por año. Los conejos machos alcanzan la madurez sexual a los 9 meses de nacer y las hembras a los 6-7 meses, por lo que esta precocidad sexual les permite proliferar rápidamente. COSTUMBRES: Normalmente pasa el día oculto en su madriguera, desarrollando su actividad exterior hacia el crepúsculo y durante la noche en busca de la comida y del frescor de las cañadas. Los conejos tienden a vivir en colonias articuladas alrededor de sus madrigueras, donde desarrollan una organización social bastante jerárquica, dominada por los machos. El conejo excava profundas madrigueras subterráneas, donde vivirán aislados o en grupos; y constituidas por una cámara central de la cual parten numerosas galerías que conducen al exterior. A la menor señal de peligro, los conejos dan la alarma a sus compañeros batiendo fuertemente el suelo con las patas posteriores. El conejo es un animal receloso que nunca se aleja mucho de su madriguera y su carrera se caracteriza por un veloz zigzagueo y no en línea recta, para evitar ser alcanzado por el tiro. El conejo es una pieza clave en la dieta de más de 40 especies de la fauna de nuestro país, pero tanto su olfato como su oído (ambos muy desarrollados) le permiten darse a la fuga rápidamente. |
HABITAT: El conejo busca zonas que tengan siempre cerca pastizales o cultivos y con bastante refugio, como pudieran ofrecer los matorrales, encinares, montes bajos y otro tipo de bosques. También prefiere los lugares arenosos, cubiertos de matas o pinos pequeños expuestos al sol y en todos los casos muy secos. | |
DISTRIBUCION Y POBLACIONES: Gracias a su asombrosa alta tasa de natalidad, el conejo ha podido en los últimos años sobreponerse a las dos grandes epidemias que ha sufrido, la mixomatosis desde los años cincuenta y la neumonía hemorrágica vírica (NHV) en los noventa, las cuales estuvieron a punto de hacerle desaparecer de algunas zonas. En la actualidad ha experimentado una buena recuperación como especie cinegética y goza de un buen estatus, incluso con importantes fluctuaciones poblacionales. Si bien ocupa toda la península Ibérica y Baleares, su presencia es bastante escasa en Levante, Pirineos y la franja cantábrica, mientras que al suroeste de la península es más prolífica, destacando en comunidades autónomas como Castilla La Mancha, Andalucía, Murcia, Extremadura, Valencia, Madrid o Baleares. | |
SU CAZA La caza del conejo se
suele dar fuera del período de celo, es decir, en verano, y a esta
practica de cazar conejos en verano (también hay períodos habilitados
durante la temporada general) se le denomina descaste. Este nombre le
viene de cuando apareció la enfermedad de la mixomatosis en los años
cincuenta y se concedieron en verano permisos especiales para eliminar
conejos enfermos, para evitar la propagación del virus y controlar su
población. No hay que confundir el descaste con los permisos que se
conceden para abatir conejos por daños a la agricultura. | |
AL RECECHO: Es una caza silenciosa y lenta, sin perro, donde el cazador irá sólo o con otro acompañante (nunca más) con el que se compenetre a la perfección; frecuentarán áreas querenciosas para los conejos en verano como son las cañadas, barrancos o aguaderos en zonas montañosas y terreno de orografía inclinada. Tres son las claves en este tipo de caza: avance sigiloso (el conejo detecta cualquier anomalía de su entorno), máxima atención y compenetración entre cazadores y caminar con el viento de cara (para que el conejo no huela las emanaciones del cazador). AL SALTO Y EN MANO: Se practica allí donde se allana la orografía y el uso del perro es opcional. En este tipo el avance es más rápido que en el rececho y se genera mayor alboroto, pero aumentan las posibilidades del tiro. También procurar acercarse a la pieza con el aire de cara. EN BATIDA: Modalidad muy parecida a las batidas del jabalí, en Andalucía, Extremadura y Castilla La Mancha es muy común que los cazadores formen pequeños grupos para dar ganchos; colocándose cerca de las bocas de las madrigueras o en pasos hacia las mismas, con el viento de cara. Los podencos (utilizados por ser la raza que mejor aguanta el calor) y los batidores, empujarán los conejos hacia los tiradores. SOLO CON PERROS: Donde más se practica este tipo de caza es en los montes de la Comunidad Valenciana y en Baleares, con el podenco ibicenco como única figura de la jornada cinegética (sin escopetas). A LA ESPERA: Donde más se practica este tipo de caza es en los montes de la Comunidad Valenciana y en Baleares, con el podenco ibicenco como única figura de la jornada cinegética (sin escopetas). Escopeta con cañones poco o nada estrangulados y plomo del 7 u 8.
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