Los Archivos de Villar de Cañas |
Uno de los grandes problemas que enfrentan los investigadores para reconstruir el pasado histórico de nuestra villa lo constituye la pérdida de sus archivos tanto de orden civil como religioso.
Por una inscripción localizada en uno de los libros del Registro Civil conservado en el Ayuntamiento, sabemos que en 1873 una partida de las tropas carlistas destruyó y quemó el archivo de su Ayuntamiento razón por la que los miembros del cabildo se pusieron a re elaborar parte de dichos libros, con aquellos datos que la población pudo aportar.
Con la violencia desatada por los carlistas, se perdieron los libros de cabildo; en los que se asentaban las sesiones realizadas en el Ayuntamiento y que debieron remontarse al siglo XVI, los padrones de distinción de estado, otros censos de población, así como un rico fondo de carácter judicial en el que además de escrituras contractuales y en las que intervenía el escribano del Ayuntamiento, estaban los pleitos suscitados entre la población, y las provisiones de tutores y curadores a los menores.
Intuimos que fue entonces cuando se perdió una de las copias de las Respuestas Particulares del Catastro del Marqués de la Ensenada, y que solía conservarse en cada una de las poblaciones que habían sido censadas. También debió perecer ante el fuego la correspondencia sostenida con las autoridades y probablemente la mantenida con el administrador de los bienes y rentas de los marqueses de Navamorcuende, a quienes pertenecía Villar de Cañas, por merced real desde la Baja Edad Media.
Un nuevo conflicto bélico, la Guerra Civil Española (Cfr. Sebastián Cirac Estopañán, Martirologio de Cuenca, Crónica de la Diócesis Conquense de la época roja, Barcelona, 1947, Vol. II, P. 637) destruyó parte del archivo de la Parroquia de Nuestra Señora de la Asunción, ya que exclusivamente se han conservado algunos libros sacramentales, más nada de otros como los Libros de fábrica (también llamados cartas cuentas y en donde se hacía constar los gastos de culto, la, conservación o construcción de edificios, pintura, imágenes, platerías, ornamentos, libros y ermitas; ingresos; salarios de arquitectos, pintores, plateros, vidrieros y obreros; fiestas y días de trabajo; materiales empleados; gremios, etc.), los libros de matrícula o status animarum (que permitían conocer los habitantes de la parroquia, su edad, estado, profesión, calles donde habitaban, religiosidad y profesiones en un periodo concreto), los Libros de Cofradías (que contenían los estatutos o reglas, la relación de hermanos, gastos e ingresos, inventarios de bienes y posesiones), los libros de Arcas de Misericordia (fundaciones que ponían a disposición de los parroquianos necesitados trigo o cebada para prestar, sin interés, a los labradores necesitados para la siembra), los Libros de Tazmías (o del diezmo y que informaban de la cosecha del pueblo en un año, la variedad de productos cultivados, la ganadería criada y fueron realizados hasta los años 1837 ó 1840 en que se suprimió el diezmo), Libros de Apeos (con relación de los bienes raíces de la parroquia) y otros más relativos a Aniversarios, Fundaciones, Obras Pías, Memorias, Testamentos, Ermita, y correspondencia.
AYUNTAMIENTO DE VILLAR DE CAÑAS
REGISTRO CIVIL. Con la redacción de la Constitución de 1869 en la que se proclamaba la libertad de culto se originó la creación de un Registro Civil en el que se asentaran todos los españoles, fueran o no católicos. La medida entró en vigor hasta el 1 de enero de 1871 y se establecieron tres diferentes tipos de registro: nacimientos, matrimonios y defunciones. Es curioso notar como el segundo de los libros de defunciones conservados en Villar de Cañas, tiene fecha de febrero de ese año, lo que indica que rápidamente fue ejecutada su aplicación en la localidad.
La pérdida de algunos de los libros como el primero y segundo de la sección de nacimientos y el primero y tercero de la de defunciones debieron ocurrir durante la incursión carlista ya mencionada. Sobre otros faltantes como el sexto de nacimientos (1879-1881) y los números 12 y 13 de defunciones (1890-1892), carecemos de una explicación formal e intuimos fueron sustraídos del Ayuntamiento por algún particular –quizá con objeto de estudiarlos o trabajar en ellos- sin perder la esperanza que aparezcan algún día.
Gracias a la labor desarrollada por la secretaria del Ayuntamiento Carmen Barco, los libros que se conservaron del Registro Civil del Ayuntamiento se encuentran encuadernados y en el año 2003 existían los siguientes:
De otras secciones, iremos aportando en un futuro un inventario de sus fondos, si bien hemos constatado está pendiente de catalogar y clasificar gran parte del material documental de los siglos XIX y XX. Labor, por otra parte, de la que son conscientes las autoridades municipales.
PARROQUIA DE NUESTRA SEÑORA DE LA ASUNCIÓN
La Iglesia Católica a partir del Concilio de Trento (1545-1563), en su sesión XXIV (Cap. I y II) dio normas que regulaban el modo de llevar en las parroquias los libros en los que se asentaba la impartición de los sacramentos; práctica que en algunas localidades se realizaba hacia varios lustros.
Las normas obligatorias fueron publicadas en España por decreto de Felipe II el 12 de julio de 1.564, y si bien se pretendía generalizar el uso de cuatro series (bautismos, confirmaciones, matrimonios, entierros), obtuvo rápida respuesta en bautismos y matrimonios (luego, la práctica impuso el de defunciones). Tales asientos fueron con el tiempo, utilizados y admitidos como prueba en los contenciosos civiles.
La importancia de estos registros, requeridos en numerosas informaciones y probanzas ocasionó que en el siglo XVIII (concretamente en 1749), una ley recomendase a los prelados poner todo cuidado a fin de que los libros parroquiales estuvieran bien custodiados y con total seguridad en sus iglesias. A nivel demográfico y de investigación familiar, la aparición del registro civil fue paulatinamente restando importancia a este tipo de registro, decayendo vertiginosamente en el último tercio del siglo XX.
LIBROS DE BAUTISMOS. Sabemos por expedientes conservados en el Archivo Diocesano de Cuenca que desde al menos 1563 se llevaron registros de bautismos en Villar de Cañas y que existieron los siguientes: (6 MAR 1563 – 7 DIC 1615); (25 OCT 1615 – 14 DIC 1640); (17 ENE 1641 – 9 MAY 1681); (22 MAR 1681- 3 DIC 1701); (6 DIC 1701 – 11 FEB 1722); los cuales debieron tener continuidad hasta 1851, año en el que comienza el más antiguo conservado; habiéndose asimismo extraviado el correspondiente a 1859-1862. Los libros de bautismos conservados en 2003, abarcan las siguientes fechas:
1851-1859 1862-1877 1877-1893 1893-1905 1905-1920 1920-1927 1936-1945 1946-1954 1954-1964 1964-en curso
LIBROS DE MATRIMONIOS. Siguiendo una lógica cronológica con los libros anteriores, es probable que haya existido un primer libro de matrimonios de 1563 a 1588. También hemos detectado existieron otros posteriores con las siguientes fechas extremas: (4 NOV 1657 – 30 MAY 1688); (31 MAY 1688 – 30 NOV 1730) y hay serias lagunas en los siguientes períodos: 1730-1793; 1828-1851; 1859-1893; 1932-1939.
Es en esta sección donde se conserva el libro más antiguo de los de la parroquia, el libro de matrimonios de 1588 a 1656.
Los libros de matrimonios conservados en 2003, abarcan las siguientes fechas:
18 JUN 1588-30 MAY 1656 1793-1828 1851-1859 1893-1932 1939-1947 1948-1990 1990-en curso
LIBROS DE DEFUNCIONES. Desconocemos con certeza cuando comenzó a llevarse este registro, sin atrevernos por ello a afirmar existió desde el siglo XVI; pues suelen originarse en algunas localidades vinculados al hecho de abrir sepultura en la Iglesia Parroquial y su camposanto con el cobro implícito de derechos, o en ocasiones a consignar la existencia de mandas y legados a la propia iglesia, dando en otras parroquias origen a los llamados libros de testamentos. La referencia cruzada más antigua localizada habla de un libro que comenzaba el 15 de marzo de 1707, sin indicar fecha extrema de cierre y por el momento carecemos de noticias anteriores.
Los libros de defunciones conservados comienzan en 1887 (con una laguna de 1906 a 1920, período que puede ser completado con la información del Registro Civil) y son los siguientes:
1887-1896 1896-1900 1900-1906 1920-1946 1946-1974 1975-en curso Javier Sanchiz (IIH-UNAM)
© Copyright Gonzalo Mantecón Sáez - 27/09/03 |